Si vas a adquirir un colchón seguro que estás pensando en si comprar un colchón viscoelástico o de látex. Son los materiales más demandados actualmente, junto con los muelles ensacados. Cada uno tiene unas características y ventajas, por lo que antes de elegir, te recomendamos que leas nuestra comparativa látex vs. viscoelástico.
Qué es el látex y por qué se usa en colchones
El látex puede ser natural o sintético. Se trata de un material muy elástico, firme y resistente, por lo que resulta perfecto para la fabricación de colchones.
El látex natural proviene del árbol del caucho. Los colchones pueden tener un porcentaje de látex natural de entre el 20 y el 97 por ciento. Si el látex es natural, necesita de una serie de tratamientos para aportar resistencia y dureza. A mayor porcentaje de látex natural tenga el colchón, será más caro y también más delicado y necesitará más mantenimiento. El látex natural se completa con espuma de látex sintética.
El látex sintético es un derivado del petróleo, es más económico y algo menos adaptable que el natural, que proviene de la resina del caucho. Por eso lo habitual es combinar ambos tipos para optimizar el precio y las ventajas de este material.
Características de los colchones de látex
Los colchones de látex cuentan con una serie de características que debes conocer antes de decidirte.
Son muy adaptables. Gracias a esta adaptabilidad, disminuyen los puntos de presión en el cuerpo. Para que notes sus ventajas, el núcleo de látex debe tener al menos 15 centímetros de grosor.
Es un material hipoalergénico. Los ácaros se reproducen menos en colchones de látex, aunque eso no quiere decir que no haya que mantener las medidas de higiene. También es resistente a los mohos y la proliferación de bacterias, siempre que evitemos la humedad.
El látex es un material que necesita ventilación. Para cuidar al máximo tu colchón, es mejor que uses un somier de láminas, que favorece la circulación del aire.
Los colchones de látex tienen una firmeza media-alta pero sin ser excesivamente duros. Esto quiere decir que se adaptan a la forma del cuerpo sin sensación envolvente, permiten mayor libertad de movimientos.
Los colchones de látex deben voltearse y cambiarse de posición muy a menudo para alargar su vida útil. Si los movemos una vez al mes, conseguiremos que el colchón dure más de diez años sin deformarse. Con un mantenimiento adecuado, los colchones con núcleo de látex son muy duraderos.
Los colchones de látex natural deben tener al menos un 85 % de látex natural en su composición para que se pueda comercializar bajo esta denominación. Estos colchones son más caros y más blandos.
El látex sintético es totalmente apto y seguro para personas con alergia al látex natural.
Los colchones de látex se diseñan con áreas de descanso diferenciadas para distintas partes del cuerpo, con lo que aumenta el confort.
Es importante fijarse en la densidad del colchón, que se mide en kilogramos por metro cúbico. Podemos encontrar en el mercado colchones de densidad baja, media y alta. A mayor densidad, mayor firmeza del colchón.
Ventajas de los colchones de látex
Los colchones de látex cuentan con unas ventajas muy interesantes, sobre todo las referidas a nuestra salud. Entre las principales encontramos:
- Se trata de un material adaptable y duradero. Un colchón de látex bien cuidado puede durar más de diez años.
- Es un material hipoalergénico y muy higiénico. Si no lo exponemos a humedad, también evita la aparición de mohos, ácaros y bacterias.
- Es fácil de limpiar. Basta con usar una aspiradora y airear frecuentemente.
- Ayuda a descansar mejor en pareja. El látex favorece la independencia de los lechos de descanso, así el movimiento propio y del compañero de cama se nota menos. Así se evitan microdespertares nocturnos que repercuten en nuestro sueño.
- El látex es perfecto para reducir el dolor muscular o esquelético. Alivia los puntos de presión que sufrimos al estar tumbados. Además, favorece la correcta alineación de la columna vertebral. Como el colchón acompaña a nuestros movimientos, los cambios de postura son más fáciles de realizar.
- No se hunde. Si no te gusta la sensación de hundimiento, pero no quieres un colchón duro, el colchón de látex es tu mejor opción. Se adapta al cuerpo pero sin perder firmeza.
Qué es la viscoelástica
¿Sabías que la viscoelástica la inventó la NASA? Buscaban un material que aliviara la presión en el cuerpo de los astronautas durante los viajes espaciales. Se trata por tanto de un material sintético, derivado del petróleo, concretamente se fabrica con poliuretano.
Como su propio nombre indica, este material es muy elástico y además tiene la propiedad de volver rápidamente a su estado original, a esta característica se le llama resiliencia. Pero también es un material con memoria, es decir que se adapta a la forma de tu cuerpo.
Características de los colchones viscoelásticos
Los colchones de viscoelástica son muy populares, ya que se trata de un material muy adaptable que proporciona gran confortgracias a la sensación de ingravidez que se siente al descansar en ellos.
Su uso en la industria del descanso es cada vez mayor e incluso es uno de los materiales preferidos para fabricación de colchones hospitalarios, ya que son una óptima elección para personas postradas o que sufren dolores. Sus principales características son:
Se adapta a la forma del cuerpo al ejercer presión. Es un material muy moldeable que cambia de forma al ejercer presión y mediante la temperatura corporal. Es termosensible.
Es resiliente. A pesar de su adaptabilidad, la viscoelástica vuelve rápidamente a su forma original. Los colchones de espumación HR son aquellos fabricados con un núcleo con una espumación de alta resiliencia, lo que aporta calidad y firmeza.
Producen un efecto de acogimiento o abrazo. Esta característica o se ama o se odia. La viscoelástica alivia de forma muy eficaz los puntos de presión en el cuerpo y la persona se encuentra acogida dentro del colchón. Esto hace que tengas necesidad de moverte menos, precisamente por la regulación de la presión sanguínea y el alivio de los puntos de presión.
Pero no quiere decir que los colchones de viscoelástica sean blandos. Dependiendo de la densidad y del resto de materiales del colchón, podemos elegir la firmeza que más nos guste. A mayor densidad, el peso se reparte de forma más homogénea en la cama. Eso sí, un colchón de viscoelástica nunca será tan duro como uno de muelles.
Es un material que debe tratarse en fábrica para que sea hipoalergénico.
Dependiendo del proceso de fabricación, encontramos dos tipos de colchones viscoelásticos: los moldeados y los espumados.
- Los colchones moldeados se fabrican a partir de un molde. Son menos transpirables pero algo más económicos.
- Los espumados o de poro abierto se fabrican mediante una serie de reacciones químicas y físicas que dan lugar a la espuma viscoelástica. Favorecen la circulación del aire.
Los colchones no se fabrican totalmente con material viscoelástico. No sería nada cómodo, necesitan de un núcleo que puede ser de distintos materiales al que se le añaden capas de viscoelástica. Los núcleos de mayor calidad son los de espuma HR, muelles ensacados o látex.
El material viscoelástico es muy duradero y difícilmente deformable. Además, se trata de un material ergonómico.
Es transpirable. Esto lo convierte en un material versátil, ya que podremos apoyar nuestro colchón viscoelástico en cualquier tipo de base, ya sea tapizada, canapé o de láminas.
Ventajas de contar con un colchón viscoelástico
Los colchones viscoelásticos ofrecen muchas ventajas para nuestro descanso y en definitiva para nuestra salud.
- Apoyo óptimo. Gracias a la adaptabilidad del material, el peso se reparte de forma equitativa en toda la superficie. A mayor densidad, mejor reparto del peso. Así, los puntos de presión son menores, lo que se traduce en menos tensión muscular y alivio de dolores tanto puntuales como crónicos.
- Material higiénico. La viscoelástica suele llevar un tratamiento para que sea hipoalergénica y evite la proliferación de ácaros. Es también resistente a la humedad, con lo que se frena la aparición de mohos y bacterias.
- Ayudan a moverse menos. Y por tanto se reducen los despertares nocturnos. La viscoelástica garantiza la independencia de lechos, por lo que notarás menos los movimientos de tu pareja en la cama.
- Favorece la circulación. Gracias a su adaptabilidad y al alivio de los puntos de presión, estos colchones favorecen la circulación sanguínea. Por eso son los más recomendables para personas mayores o para aquellos que deban pasar mucho tiempo en cama.
- Agradable sensación envolvente. Para muchas personas lo mejor de los colchones viscoelásticos es la sensación de flotabilidad que aportan. Precisamente esta característica es la que hace a otra gente huir de este material. No obstante, dependiendo de la firmeza del colchón, la sensación puede ser mucho menor.
- Termosensible. Al ser un material que reacciona con el frío y el calor, ayuda a regular la temperatura corporal. Para aquellas personas más calurosas, existen colchones con tratamientos que evitan el exceso de calor.
- Personalizable. Los colchones viscoelásticos pueden incluir materiales como aloe vera, carbón activo y otros elementos naturales y de aromaterapia con los que podrás comprar un colchón acorde a tus necesidades.
Colchones de Látex VS viscoelásticos
La diferencia principal entre un colchón viscoelástico y uno de látex es el comportamiento del material al acostarnos.
El látex es adaptable, pero mantiene una mayor firmeza y permite mayor libertad de movimientos.
El material viscoelástico alivia mejor los puntos de presión y aporta una sensación de ingravidez al tumbarse.
Existen otras diferencias que son las que nos van a ayudar a decantarnos por un colchón de látex o un colchón viscoelástico.
¿Qué es mejor, viscoelástico o látex?
La respuesta a esta pregunta es que dependerá de tus necesidades. No hay un tipo mejor que otro, lo que hay es un colchón que se adapta mejor a ti y a tus necesidades.
Para escoger entre un tipo u otro, te recomendamos que te fijes en los siguientes aspectos:
Peso
Las personas más corpulentas dormirán mejor en un colchón de muelles ensacados o de látex. El látex alivia los puntos de presión, pero no provocan un hundimiento del cuerpo en el mismo. Los colchones viscoelásticos en este caso deben ser de densidad alta y con algún tratamiento antitérmico para evitar el calor.
Edad
Las personas mayores suelen dormir mejor en un colchón viscoelástico. Gracias a su adaptabilidad, estos colchones alivian mejor los puntos de presión y favorecen la circulación y la relajación muscular. Eso sí, hay personas mayores que prefieren el látex, ya que les resulta más fácil moverse y levantarse de la cama.
Condición física
La viscoelástica es perfecta para personas que están postradas en cama, ya que la reducción de la presión evita úlceras y problemas musculares.
Si prefieres los colchones con los que no necesites moverte mucho durante la noche y te reconforta la sensación envolvente para aliviar tus molestias musculares o reumáticas, lo ideal es un colchón de viscoelástica.
El látex es una buena opción si sufres dolores de espalda o musculares pero no te gusta sentirte apresado por el colchón. Las personas con vértigo no deben comprar un colchón de viscoelástica, por la sensación de ingravidez que provocan.
Temperatura
Cada vez existen más tecnologías que evitan que el látex y la viscoelástica den calor. Pero las personas muy calurosas harán bien en optar por colchones de menor densidad o con tratamientos antitérmicos. El látex es menos caluroso que la viscoelástica.
Mantenimiento
El látex es un material duradero, pero hay que voltearlo para que no se deforme. La viscoelástica vuelve a su forma natural sin esfuerzo. El látex es muy sensible a la humedad y al calor y debe descansar sobre una base de láminas que favorezca la transpiración.
¿Te has quedado con ganas de más? Lee nuestro artículo sobre almohada viscoelástica o de látex.
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