Qué es una cama con el método Montessori y qué beneficios tiene

La transición de la cuna a la cama es un paso importante para las familias con niños. Las camas Montessori se ha convertido en una opción muy demandada por madres y padres, ya que suponen varias ventajas para la educación y el desarrollo evolutivo de sus hijos. Antes de lanzarnos a montar el dormitorio infantil, conozcamos qué es una cama Montessori y sus características.


Qué es una cama Montessori

La cuna o cama Montessori es la que está diseñada siguiendo los criterios del método Montessori. Este sistema educativo y pedagógico fue creado por María Montessori en el siglo XX. Revolucionó los métodos de enseñanza gracias a su visión del niño, al que considera una persona que necesita de autonomía y responsabilidad para aprovechar todo su potencial. Por tanto, esta pedagogía se basa en la capacidad de los niños de adquirir desde muy pequeñas destrezas y habilidades de todo tipo mediante la exploración, la acción y el autoaprendizaje.

Es fácil inferir entonces, que una cama estilo Montessori está pensada para fomentar al máximo la autonomía de los más pequeños. Para María Montessori, el entorno debe estructurarse de manera que propicie la independencia de los niños. El adulto debe jugar un papel de guía sin entorpecer las ganas del niño de explorar y descubrir el mundo por sí mismo.

Los entornos Montessori se pueden diseñar tanto en las escuelas que siguen este método como en nuestra propia casa, donde el mobiliario juega un papel fundamental. Por eso, si se quiere educar bajo estos preceptos, una cama Montessori para niño es un elemento imprescindible.


Características de las camas Montessori

Su principal característica es que se trata de camas que fomentan la autonomía del niño para acostarse y levantarse, es decir, pueden hacerlo sin ayuda de un adulto. Se trata por tanto de camas bajas.

Su otra característica definitoria es que se trata de camas evolutivas. Esto quiere decir que crecen a la vez que el niño. Desde muy pequeños, pueden dormir en una cama estilo Montessori a ras de suelo, que irá elevándose conforme el niño crezca. 

Dentro de las camas Montessori existen muchos modelos, normalmente fabricados en madera y que pueden tener diseños muy atractivos en forma de tipi o casita. 

Sobre su comodidad, las camas Montessori son perfectamente confortables para el niño, pero los padres deben hacer un esfuerzo extra, ya que la habitación debe estar exenta de peligros. Todo el método Montessori se basa en la autonomía y la habitación debe tener todos los muebles adaptados al tamaño y desarrollo psicomotor del niño para que sea eficaz y, sobre todo, seguro.

En una cama de este tipo, el pequeño puede salir cuando lo desee, por eso hay que tener muy claro que no se trata solo de una cama bonita: todo el entorno debe ser seguro y hay que asumir que el niño pequeño o bebé puede levantarse y deambular en cualquier momento. 


Por qué la cama Montessori están recomendadas para los niños 

Estas camas son recomendables siempre que estemos de acuerdo con los preceptos de la educación Montessori. Estas camas no solo se adaptan a las características físicas del niño, también a su madurez emocional y a su desarrollo global. 

Al estar a una altura accesible, fomentan la autonomía del niño y también ayuda a regular sus necesidades. Es el propio niño el que decide cuándo dormir, haciendo caso a las señales de su cuerpo y mente. 

Se trata de confiar en las capacidades del niño, siempre bajo supervisión y de entrenarlos desde muy pequeños en asuntos tan importantes como su independencia, la toma de decisiones y su responsabilidad. 


Beneficios de las camas con método Montessori

Existen múltiples beneficios de adaptar el dormitorio según los parámetros Montessori y por supuesto, la cama. Las principales ventajas son las siguientes:

Son seguras

Con una cama estilo Montessori no existen riesgos de caídas, ya que comenzamos con una cama a ras de suelo. Por tanto se pueden usar desde que el niño es un bebé. Al no pasar por una cuna convencional, no hay que hacer transición de cuna a cama, que es un paso difícil para muchos niños y sus familias. 

Son cómodas

El niño sube y baja de la cama cuando lo necesita. Con el colchón adecuado ni siquiera es necesario contar con un somier

El niño quiere dormir en su habitación

Una preocupación habitual entre los padres es conseguir que el niño duerma solo. Las camas estilo Montessori son perfectas para que el niño quiera dormir en su propia habitación, ya que al estar educándose en un entorno autónomo estará más dispuesto a abandonar la habitación de los adultos. Además, los dormitorios Montessori se caracterizan por ser espacios muy atractivos para los niños, que disfrutarán de pasar tiempo en su habitación tanto durmiendo como jugando.

Los padres duermen mejor

Es lógico que si el niño no necesita llorar para que un adulto les ayude a salir de la cama o la cuna, los padres podrán descansar mejor. Eso sí, hay padres y madres que no se sienten tranquilos si sus hijos pueden levantarse por las noches, por lo que antes de adquirir una cama estilo Montessori hay que sopesar bien la decisión. 

Aprenden a regularse 

Los niños que duermen en entornos Montessori aprenden a regular su sueño. Los ciclos de sueño de los niños son muy distintos a los de los adultos y suelen despertarse varias veces por la noche. Si se pueden levantar y acostar solos y tienen acceso a sus libros o juguetes, será más fácil que se vuelvan a dormir solos sin necesidad de despertar a mamá o papá. 

Estimulan la independencia

Por todo lo ya comentado, este tipo de camas son perfectas para fomentar la libertad de movimientos, la autonomía y la capacidad de tomar decisiones. Como aprenden desde muy pequeños que deben ser conscientes del entorno e independientes, se acostumbran a comportarse de forma libre pero responsable. 

Ahorras gastos

Al ser camas evolutivas, no tienes que comprar primero una cuna y luego una cama. La cama estilo Montessori crece con tu hijo. Si además, haces tú mismo el soporte de la cama o directamente usas solo un colchón, el ahorro será mucho mayor. 

Tu espalda lo agradecerá

La cama Montessori te permite atender las necesidades de tu pequeño sin tener que hacer un esfuerzo extra al sacarlo y meterlo de la cuna. Los bebés muy pequeños se despiertan fácilmente, hay que darles de comer, cambiar pañales… Esto supone mucho desgaste para músculos y articulaciones si duermen en cunas convencionales.


Cómo personalizar una cama con el método Montessori

Las camas Montessori suelen subirse bastante de precio, pero con un poco de creatividad, podemos montar una cuna o cama Montessori con un presupuesto ajustado. 

Busca un colchón adecuado

Con un colchón infantil de calidad y adaptado al tamaño del niño no necesitamos mucho más para tener una cama Montessori. Prescindiendo de somier y poniendo el colchón sobre una alfombra lisa o sobre el suelo directamente, ya tendremos una cama Montessori. Como ves, la inversión es mínima si optamos por esta opción. 

Reutiliza un somier

Algunos somieres pueden usarse sin patas para dar un soporte extra al colchón. Cuando el niño vaya creciendo, puedes pensar en un canapé o base con las patas cortas, para que siga manteniendo su autonomía a la hora de usar la cama. Una de las características más destacadas de las camas estilo Montessori es precisamente que crezcan a la par que tu hijo. 

Decora la cama

Si quieres darle un punto más estético, puedes añadir ropa de cama bonita o un dosel de madera con luces LED, cojines, telas con motivos infantiles, etc. Solo debes tener en cuenta que se trate de elementos seguros, bien fijados y adaptados a la edad del niño. En una cama para niños muy pequeños o bebés, es mejor no introducir decoración con luces. Los peluches, cojines y chichoneras no son recomendables para bebés muy pequeños, ya que no tiene la suficiente fuerza como para quitárselos de encima si les molestan y pueden ser peligrosos. 

Ya sabes qué es una cama Montessori y sus ventajas. Pero decidas lo que decidas sobre la cama de tus hijos, seguro que estás tomando la mejor opción. No todas las familias tienen que seguir este método educativo, ni todos los niños tienen que dormir en este tipo de camas.

Existen familias que prefieren camas convencionales o practican el colecho, y por tanto no necesitan de una cama hasta pasado un tiempo. Algunos niños no se adaptan bien o pasan demasiado tiempo deambulando cuando deberían dormir. Además, hay casas en las que no se puede adaptar totalmente el entorno a los preceptos Montessori y debe primar siempre la seguridad. 


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