Una de las mayores preocupaciones que nos surgen con respecto a la calidad de nuestro descanso es la correcta higiene de la cama. Los ácaros en el colchón son una de las fuentes más comunes de problemas que pueden incidir en nuestra salud. Es importante saber cómo se producen los ácaros en el colchón y cómo evitar su proliferación. Esto redundará en nuestra higiene y calidad del sueño y en nuestra salud en general.
Cómo se producen los ácaros en el colchón
Los ácaros domésticos proliferan en todos los hogares. Se trata de una subclase de arácnidos, que no se ven y de las que se conocen miles de tipos. Dentro de este marasmo de ácaros, solo existen tres familias que provocan una respuesta alérgica en los seres humanos: Pyroglyphidae, Acaroidae y Glycyphagodae.
En general, los ácaros del polvo son inofensivos, aunque hay una parte importante de la población que se puede ver afectada por reacciones alérgicas. De hecho, lo que provoca una respuesta alérgica no es el ácaro en sí, son sus heces que suelen acumularse en colchones, almohadas, ropa de cama, moquetas, alfombras y cortinas.
Para que proliferen los ácaros, se deben dar una serie de condiciones de temperatura y humedad que suelen darse en espacios cerrados y cálidos como son nuestros hogares, y más concretamente la cama. Hay que tener en cuenta que su alimento principal es la caspa o piel muerta que se desprende de nuestro cuerpo y del de nuestras mascotas.
Por tanto, los ácaros se producen porque en nuestros hogares se dan las condiciones perfectas para que se complete su ciclo vital. Los ácaros suelen vivir unos dos o tres meses y en este tiempo pueden poner huevos hasta dos veces. En cada puesta pueden producir hasta 40 huevos.
Los ácaros se reproducen con mayor facilidad en la cama gracias a que el calor corporal y la humedad de la transpiración que producimos al dormir son un hábitat perfecto para que pongan sus huevos. Estos huevos permanecen junto a los ácaros vivos y muertos, y sus heces en nuestro colchón. Para controlarlos es necesario adoptar una serie de medidas higiénicas.
Debemos tener en cuenta que los ácaros aparecen aunque nuestra casa está limpia, son parte del ecosistema doméstico. Lo que sí podemos controlar es su proliferación excesiva.
Cómo detectar ácaros en tu colchón
Los ácaros son minúsculos. Como no podemos verlos, para saber si hay ácaros en el colchón nos fijaremos en los síntomas que pueden producir. No todo el mundo es susceptible a estas alergias, así que lo lógico es asumir que hay ácaros y mantener una higiene adecuada para controlarlos.
La forma más fácil de detectar su presencia es fijarnos en los síntomas que provocan, principalmente de tipo respiratorio y dermatológico.
Una pista que nos lleva a pensar que tenemos ácaros en el colchón es saber cuándo se producen los síntomas. Si desaparecen al salir de casa y se agravan por la noche, es más probable que se trate de una alergia debida a los ácaros. Si al limpiar el polvo, notamos que los síntomas aparecen o se agravan, es probable que tengas alergia a los ácaros.
Los ácaros del colchón pueden producir síntomas durante todo el año, pero suelen agravarse en primavera y otoño.
No obstante, para estar seguros de la existencia de esta alergia, lo mejor es acudir al médico alergólogo que te realizará las pruebas oportunas. Estas pruebas son sencillas y muy fiables.
Síntomas que ocasionan los ácaros en el colchón
Los síntomas pueden ser más o menos intensos y entre los más comunes encontramos los siguientes:
- Picor de la piel con aparición o no de ronchas
- Rinitis o irritación de las vías respiratorias altas
- Congestión nasal
- Estornudos muy seguidos, sobre todo al levantarse por las mañanas o al acostarse
- Goteo nasal
- Picor nasal y de garganta
- Sensación de presión en el pecho
- Asma
- Tos
- Empeoramiento de la dermatitis
- En algunos casos, irritación o enrojecimiento ocular
En casos muy raros se pueden producir reacciones de anafilaxia si los ácaros han contaminado algún alimento, pero esto no es nada habitual.
Muchas veces pensamos que los ácaros en el colchón producen picaduras, pero no es así. Estas ronchas o erupciones son producto de la reacción alérgica. Los ácaros no pican.
Como siempre decimos, en caso de presentar síntomas es muy recomendable acudir al médico de familia que nos derivará a un especialista.
Cómo controlar la aparición de ácaros
Afortunadamente, podemos seguir una serie de estrategias sencillas sobre cómo evitar ácaros en el colchón.
En primer lugar, para evitar ácaros en el colchón, hay que crear un ambiente propicio en toda la habitación. Esto se consigue eliminando fuentes de acumulación de polvo como alfombras, sofás, moquetas, cojines o peluches. Si no se pueden eliminar, se debe extremar su limpieza.
Controlar la humedad relativa de la habitación es fundamental. A mayor humedad, mayor presencia de ácaros. En casos más graves se pueden instalar filtros de aire. Es importante realizar labores de mantenimiento en el hogar y detectar y arreglar a tiempo los problemas de humedad que pueda haber.
Una medida muy sencilla que debe estar presente en nuestras rutinas diarias es ventilar a conciencia toda la casa. Con diez minutos al día es suficiente para controlar la proliferación de ácaros. Procura crear una corriente de aire para que la ventilación sea efectiva. Además, la ventilación también propicia la eliminación de virus.
A la hora de limpiar el polvo, debemos tener especial cuidado en no levantarlo y dejar que se expanda por toda la habitación. Es recomendable usar un paño húmedo para retirar el polvo y es preferible usar el aspirador en lugar de barrer. Existen filtros especiales antiácaros en el mercado compatibles con muchos modelos de aspiradora.
¿Se pueden eliminar los ácaros del colchón? Algunos consejos
Además de propiciar un ambiente limpio, seco y ventilado en toda la casa y en especial en los dormitorios, podemos aplicar algunos consejos para mantener el colchón libre de ácaros.
Ventila la habitación y la cama
No solo debemos ventilar el dormitorio, también la cama. Para conseguirlo, no hagas la cama nada más levantarte. Abre las ventanas en primer lugar. Quita y airea las sábanas, colchas y edredones. Sacude las almohadas y deja pasar un rato con las ventanas abiertas antes de hacer la cama.
Lava la ropa de cama con agua caliente
Aunque laves tu ropa de cama cada semana, si lo haces con agua fría, muchos de los ácaros y los huevos sobrevivirán. Lo ideal es lavar toda la ropa de cama una vez a la semana con el agua a una temperatura de 60 grados.
Compra fundas antiácaros
Existen en el mercado fundas antiácaros para colchones, almohadas y cojines. Estas fundas complementan al resto de medidas de higiene.
Usa la aspiradora
Aspira tu colchón y tus almohadas al menos una vez al mes y mínimo durante diez minutos. Si quieres tener mayor seguridad, utiliza un filtro especial antiácaros.
Expón tu colchón al sol
Aprovecha que tienes que dar la vuelta al colchón para exponerlo al sol directo durante al menos una hora. El sol elimina los ácaros. Para no estropearlo, hazlo cada seis meses, coincidiendo con el volteo. ¿Cuándo es necesario darle la vuelta al colchón?
Utiliza acaricidas
En prácticamente todas las droguerías y supermercados cuentan con productos químicos de acción acaricida. Suelen presentarse en formato spray para que su uso sea muy sencillo. Lee siempre el modo de uso por si puede estropear el colchón. Tras su aplicación, ventila bien la estancia y no hagas la cama hasta pasado un rato.
Los acaricidas deben ser complementarios al resto de medidas de higiene, ya que, aunque mate los ácaros, permanecen las heces y los ácaros muertos, que también puede provocar reacciones adversas.
Si prefieres los productos naturales, prueba con esencia de árbol del té para eliminar los ácaros. Además, tiene un agradable aroma. La limpieza con bicarbonato también es aconsejable en este caso. Esparce una fina capa de bicarbonato sobre el colchón y usa el cepillo del aspirador para limpiarlo. Puedes combinar el bicarbonato con la esencia del árbol del té.
Renueva tu colchón
Recuerda lo importante que es cambiar tu colchón, al menos cada diez años o cuando ya no ofrezca las condiciones adecuadas para tu correcto descanso (Más info: ¿Cuándo debes cambiar el colchón?). Un colchón viejo acumula más ácaros, por lo que tu salud se verá resentida. Igualmente ocurre con las almohadas, que deben renovarse cada dos años para evitar la proliferación de los perjudiciales ácaros del polvo.
Puedes ampliar la información para elegir el mejor colchón para ti leyendo nuestros posts:
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Ya sabes cómo evitar los ácaros en el colchón y en toda tu casa. Los ácaros pueden provocar alergias que van de unos molestos estornudos a problemas más serios como el asma. Tu salud y la de los tuyos agradecerán que mantengas tu hogar libre de ácaros.
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