Una de las afecciones más comunes es el dolor de espalda. Ya sea puntual o crónico, el dolor de espalda aparece como uno de los principales problemas de salud entre los españoles. La última Encuesta Nacional de Salud, elaborada por Sanidad, desvela que el 22 % de las mujeres y el 14 % de los hombres refieren padecer dolor lumbar crónico. Las cifras del dolor cervical crónico ascienden a un 20 % de las mujeres y un 9 % de hombres. Las causas del dolor de espalda son multifactoriales y la prevención empieza con un descanso adecuado. Vamos a conocer cuál es el mejor colchón para evitar el dolor de espalda.
Posibles causas del dolor de espalda
Según explica el documento de consenso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el dolor de espalda se define como un dolor en la parte posterior del tronco, en la que suelen jugar un papel importante los factores emocionales y sociales. El tipo de dolor más habitual es la lumbalgia.
Existen tres tipos de dolor de espalda según su fisiología:
Dolor mecánico
Es el que se da con más frecuencia y se identifica porque con el reposo disminuye y se agrava con el movimiento.
Dolor inflamatorio
Es causado por enfermedades de tipo reumático y puede incluso empeorar por las noches.
Dolor neuropático
Suele ir acompañado de sensación de entumecimiento y hormigueo. Tampoco cede con el descanso.
El 90 % de los dolores de espalda son de origen mecánico y pueden aliviarse con medicación, ejercicio, fisioterapia y buena higiene postural.
Además, según la zona que no duela, podemos clasificar el dolor de espalda como:
Cervical
Este dolor en el cuello y la parte alta de la espalda puede aparecer por una tortícolis, por adoptar posturas poco apropiadas o como parte de un proceso inflamatorio. Entre un 30 y un 40 % de la población sufrirá dolor cervical durante su vida.
Dorsal
Es el más habitual cuando no tenemos una postura correcta o cuando hacemos esfuerzos excesivos.
Lumbar
Como hemos dicho, es el dolor de espalda más habitual entre la población española. Su aparición puede deberse a malas posturas en el ámbito laboral, lesiones deportivas o sobreesfuerzo. También aparece con la edad con motivo de la degeneración de las articulaciones.
Posibles causas del dolor de espalda
No hay una única causa por la que sufrimos de la espalda, pero sí hay algunas más comunes.
Sedentarismo
Tenemos un estilo de vida muy sedentario. Practicar ejercicio acorde a nuestras capacidades físicas es un hábito saludable que protege la salud de nuestra espalda. Tener una buena forma física favorece la salud de músculos, huesos y articulaciones, además de proporcionar una sensación de bienestar y ayudarnos a combatir el estrés. Además, existe la falsa creencia de que hay que guardar reposo si nos duele la espalda, lo que agrava el problema.
Falta de ergonomía en el trabajo
Tanto si realizas un trabajo físico como si estás ocho horas sentado en una oficina, la salud de tu espalda se ve resentida. La ergonomía se encarga de analizar las condiciones de trabajo y de favorecer ambientes propicios y adaptados a las condiciones físicas y mentales de los trabajadores. Un ambiente de trabajo ergonómico, en el que no se fuerce la postura y los movimientos sean orgánicos ayuda a mejorar la salud de los trabajadores y a evitar la cronificación de enfermedades, además de reducir las bajas laborales.
Mala higiene postural
Existen una serie de pautas de higiene postural que, si no aplicamos, inciden negativamente en nuestra salud. Los sobreesfuerzos, coger mal el peso, no agacharnos correctamente o sentarnos con posturas poco adecuadas, son hábitos negativos para nuestra espalda.
Estrés
El estado emocional influye directamente en las posibilidades de sufrir dolores tensionales provocados por el estrés. Al estar en un estado tenso, los músculos se agarrotan, lo que provoca dolor de espalda y cefaleas. Controlar el estrés de la vida diaria es fundamental para evitar este tipo de dolencias.
Obesidad
La obesidad es un factor de riesgo para sufrir dolor de espalda. A mayor peso, más presión soportan vértebras y articulaciones.
Hábitos poco saludables
El alcohol y el tabaco pueden agravar enfermedades reumáticas e incluso en situaciones de abuso, provocar neuropatías. La mala alimentación también influye en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Un mal descanso también es uno de los factores decisivos para sufrir de la espalda.
¿Un mal descanso puede causar dolor de espalda?
La respuesta es rotundamente sí. Necesitamos dormir bien para funcionar y esto incluye nuestro estado físico general. Un mal descanso puede estar provocado por distintos factores como el estrés, los dolores articulares y musculares, una habitación demasiado fría o cálida y sobre todo, un colchón poco adecuado. Si dormimos en una cama poco apropiada, podemos entrar en un círculo vicioso de dolor y falta de descanso.
La cama debe ser lo suficientemente grande para permitir nuestros movimientos y que no sobresalgan las extremidades. El somier será firme y el colchón debe adaptarse a nuestras necesidades y renovarse cada diez años. Investiga qué colchón es mejor para la espalda antes de adquirir uno nuevo. Además, debemos escoger ropa de cama que sea transpirable y agradable al tacto para favorecer el descanso. Una almohada adecuada también ayuda a evitar y prevenir el dolor de espalda.
Consejos para aliviar el dolor de espalda
Muévete
El ejercicio físico es nuestro aliado para combatir la lumbalgia y otros dolores de espalda. Evita los deportes de impacto y elige una actividad acorde a tu forma física. Los mejores deportes son la natación y el pilates. Caminar siempre es una buena opción si no tienes tiempo o ganas de practicar deporte.
Un poco de relax
Dejar un tiempo para la meditación, practicar un hobby, compartir momentos de ocio o pasear son actividades que nos ayudan a combatir el perjudicial estrés.
Come bien y vive sano
Hay alimentos que favorecen el óptimo estado de la espalda. Además de los lácteos, el pescado azul aporta ácidos grasos saludables Omega 3 y Omega 6, al igual que los frutos secos. Un buen aporte de vitaminas, sobre todo del grupo B es muy beneficioso, ya que ayuda a reducir el dolor. Bajar de peso, no fumar o controlar el consumo de alcohol son otros factores que mejoran la calidad de vida.
Ve a fisioterapia
Los profesionales de la fisioterapia aplican masajes y otras terapias específicas para cada tipo de dolor. Además, te enseñarán ejercicios que puedes practicar en casa e introducir en tu rutina diaria para evitar que el dolor vuelva a aparecer.
Cambia de colchón
Si la espalda te sigue doliendo a pesar de todo, quizá ha llegado la hora de cambiar de colchón. Un colchón viejo o estropeado puede perjudicar mucho tu salud e impedir que se te quite el dolor de espalda. En el mercado hay una amplia variedad de colchones que se ajustan a las necesidades de cada persona. El mejor colchón para la espalda es aquel en el que puedas adoptar una postura correcta durante el sueño.
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Cuál es el mejor colchón para evitar el dolor de espalda
Si te preguntas qué colchón es mejor para el dolor de espalda, dependerá del tipo de dolor que sufras y de tus gustos a la hora de descansar. Lo fundamental es escoger un colchón que respete la curvatura natural de la espalda. Es aconsejable dormir de lado o boca arriba y usar una almohada entre las piernas para conseguir la alineación correcta de la columna.
Colchones de muelles ensacados
El colchón de muelles ensacados es adecuado para personas que sufran dolores puntuales de tipo mecánico y provocados por sobrecargas musculares o esfuerzos. Busca un modelo que sea lo suficientemente firme como para que no se hunda con tu peso, pero que nos sea muy duro y nos provoque rigidez.
Colchones de látex
El colchón de látex es perfecto para las personas que sufran lumbalgia. El acolchado de látex debe tener un grosor de al menos 20 centímetros. El látex es un material suave y adaptable que evita la presión en las zonas doloridas.
Colchones viscoelásticos
El colchón viscoelástico es ideal para los problemas de espalda. Se adapta al cuerpo a la perfección y crea una sensación de ingravidez, ya que evita los puntos de presión. Además, el material viscoelástico tiene memoria, es decir adopta la forma del cuerpo y la mantiene cuando vamos a dormir. Es perfecto para aquellas personas que deban pasar mucho tiempo en cama y para aquellas que sufran dolores de espalda crónicos o severos.
Almohadas
Además de un colchón adecuado, es recomendable escoger una almohada cómoda, ergonómica y que evite el dolor cervical. Existen modelos específicos para dormir de lado o boca abajo, además de fabricadas en distintos materiales como:
Ya sabes cuál es el mejor colchón para evitar el dolor de espalda y qué colchón comprar para el dolor de espalda cuando ya lo sufres. Recuerda que en Sofareva tenemos la mejor calidad-precio en todo tipo de colchones para que puedas escoger el más adecuado a tus necesidades.